El vuelo en globo es una actividad que se tiene que hacer al aire libre, por este motivo siempre dependemos de la meteorología para saber si podemos vivir la experiencia. Pero cuando no podemos volar por mal tiempo.

El globo aerostático no lo podemos dirigir, su dirección y velocidad siempre es la misma que la dirección y velocidad del viendo de dentro de la masa de aire en la cual está. El piloto solo tiene la capacidad de decidir si sube o baja, calentando o dejando resfriar el aire de dentro de la vela. O de girar sobre sí mismo, abriendo los ventiles, unas compuertas laterales que permiten que salga el aire caliente y el movimiento de aire provoque un giro sobre si mismo.

Por este motivo decimos que somos pasajeros del viento.

Este elemento meteorológico es muy importante para el globos, básicamente porque es el que nos hace mover. No obstante, hay veces que hace que no podamos volar. En el momento de la salida, necesitamos que no haya viento en la superficie. Es así, porque a nuestro alrededor, tenemos nuestras instalaciones, el volcán Croscat, árboles y casas. Si quisiéramos despegar con un viento superior a los 15 km/h, esta velocidad haría que no pudiésemos subir verticalmente, sino que nos desplazaríamos hacia los lados, con el peligro de poder chocar con los elementos que tenemos en los lados.

El segundo factor que hace que no podamos volar, es por el material del que esta hecha nuestra vela, la encargada de sustentar todo el peso de dentro de la cesta. Esta vela, está hecha de una tela ignífuga que soporta altas temperaturas, concretamente unos 120º. Una capacidad imprescindible para poder escalfar el aire de dentro del globo.

¿Qué pasaría si durante el cuelo, empezara a llover? Lo que pasaría es que la tela se mojaría y haría resfriar el aire de dentro del globo. Para contrarrestar este hecho y evitar que el globos descendiera, el piloto tendría de escalfar el aire de dentro, más frecuentemente.

No habría ningún peligro para los pasajeros porque se aterrizaría con la máxima brevedad, pero si que podría dañar la tela, al haber de soportar temperaturas muy altas para mantener la sustentación.

Cada vez tenemos más herramientas para poder prever la meteorología que tenderemos el día del vuelo y por eso podemos anular el vuelo los días que vemos que las previsiones no son las adecuadas.

Nosotros siempre lamamos a todas las reservas dos o tres días antes para poder confirmar si el vuelo se podrá hacer o no. De esta forma podemos ir informando de las novedades meteorológicas que vemos.

En conclusión podemos decir que cuando no podemos volar por mal tiempo, ni cuando llueve ni cuando hace mucho viento en superficie en el momento de la salida.

Así que ya sabes:

Ven a volar menos cuando necesites paraguas o el viento se te lleve el sobrero al salir de casa.

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